Gwyn, Señor de la ceniza

Gwyn, señor de la ceniza 

"En la era de los Ancianos,
La tierra estaba sin formar, envuelta en niebla
Una tierra de peñascos grises, archiarboles y dragones inmortales.

Pero entonces fue el Fuego
Y con el Fuego llego la desigualdad. Calor y frio, vida y muerte, y por supuesto... Noche y oscuridad.

Entonces, de la Oscuridad, Ellos vinieron
Y encontraron las Almas de Señores entre la llama.

Nito, el primero de los muertos
La Bruja de Izalith, y sus hijas del caos.
Gwyn, el Señor del Sol, y sus fieles caballeros
Y el furtivo Pigmeo , tan fácilmente olvidado."

Tal y como nos cuenta la introducción al juego, Gwyn fue un ser que recogió una gran alma surgida del fuego y con ella y la ayuda de los demás Dioses surgidos de la llama derrotó a los dragones y creó el reino de Lordran dónde se estableció en la cuidad de Anor Londo. 

El reinado de Gwyn en Lordran fue largo y próspero, sin embargo, la llama primigenia comenzó a apagarse rápidamente por lo que Gwyn tomó la drástica decisión de, al no encontrar otra alternativa; inmolarse ofreciendo su propia alma para alargar la era del fuego y así mantener todo lo que él construyó y obtuvo. Lo que no sabía Gwyn es que la llama sigue un ciclo natural de encendido y apagado, a cada era del fuego le sigue una era de la oscuridad para más tarde retornar la era del fuego, y así hasta el fin de los tiempos. 

Al alargar la era del fuego Gwyn, lo cual fue el primer pecado, la llama quedó corrompida por siempre y surgió así la maldición de los no muertos, al tiempo que Gwyn se convertía en el primer señor de la ceniza. La maldición se extendió por todo el mundo y originó los no muerto, humanos que al morir podían revivir pero que por cada muerte perdían parte de su humanidad y se iban volviendo huecos, seres vacíos, inconscientes podría decirse incluso que inertes.  

Todo ello propició que Gwynevere ( Hija de Gwyn) crease  y esparciese la leyenda del no muerto elegido. Según esta leyenda un no muerto se alzará de entre el resto y adquirirá el poder de las grandes almas para llegar hasta el horno de la primera llama y enlazar el fuego como el señor Gwyn y prolongar la era del fuego. A mayor poder del alma más se extenderá la era del fuego. Esta leyenda buscaba avivar la llama a toda cosa para que no llegase la era de la oscuridad y que los dioses de Lordran perdiesen su poder.