Yhorm el gigante

 Yhorm el gigante

Yhorm fue el descendiente de un gran conquistador el cual invadió la Capital Profanada, lugar encontrado en el subsuelo de Irithyl del Valle Boreal, donde Yhorm se asentó. A pesar de que Yhorm buscó siempre ser un buen gobernante para su pueblo y ser tan querido como su antepasado su pueblo no le correspondió lo cual hirió sentimentalmente al gigante. La capital se caracterizaba por ser la cuna de grandes eruditos, lo cual se plasma en la creación de su propia llama a la que adorar y dotar de poderes. Pero esta llama estaba corrompida, profanada. Yhorm acabó enlazando el fuego por el cariño que le tenía hacía su pueblo  a pesar de sentirse ignorado, creía que así los salvaría de los males de la llama profanada, pero cuando Yhorm enlazó la llama, por la acción de la llama profanada la   cuidad también ardió cuando Yhorm lo hizo y su gente con él.  Se sabe que Yhorm sabia de la existencia de dos espadas capaces de matarlo de forma casi inmediata. Una se la dio a su pueblo como muestra de su confianza y la otra se la dio a su buen amigo Siegward de Cantarina, por si algún día suponía una amenaza por si quedaba corrompido o algo parecido. 

Tras el sonar de las campanas el señor retorno a su ciudad dónde quedo ocupando su trono hasta la interrupción de nuestro protagonista para matarlo y llevarse sus cenizas. 

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