Lothric, joven príncipe

 Príncipe Lothric joven príncipe y última esperanza de su linaje. 

Este joven príncipe es la causa principal de los eventos de Dark Souls 3 pues este negó su deber de enlazar el fuego y por ello replicaron las campanas llamando a los demás señores y después a los latentes. 

La familia real estaba obsesionada con crear al candidato perfecto para el enlace de fuego y por ello buscaron formas, algunas prohibidas para conseguirlo. La familia real de Lothric estaba formada por Oceiros el rey, la reina la cual se ha sabido posteriormente que era Gwynevere la misma que creo la leyenda del no muerto elegido y era hija de Gwyn, su hijo mayor Lorian quién fue un gran guerrero que acabó con el príncipe de los demonios, imbuyendo su arma en fuego durante el proceso, Lothic el hijo mediano y el bebe Ocelotte quién Oceiros buscó convertir en dragón inmortal al haber encontrado los archivos del duque de Gwyn, el dragón Seath el descamado quién traicionó a los demás dragones.

En el momento de los acontecimientos del juego la familia real está dividida: Oceiros se pasa el día en los jardines del palacio convertido en dragón al haber experimentado consigo mismo y creyendo que posee a Ocelote, pero este está desaparecido junto con la reina, mientras Lorian cuida de Lothric en el salón del trono. Y es que Lothric fruto de la búsqueda incesante de los reyes a conseguir el heredero perfecto nació maldito y con movilidad reducida y una salud muy frágil. Lorian aceptó cuidar a su joven hermano y compartir su maldición quedando mudo y cojo. 

Se sabe que el joven príncipe negó a enlazar el fuego por los preceptos de uno de sus maestros, uno de los mayores eruditos de todo el mundo. Bien, aquí existe cierta división, se tienen a dos candidatos para ser este erudito: El primero es Sulyvan, quien se convertiría en pontífice, ya que hay una estatua suya dentro del castillo de Lothric y se sabe que este personaje viajó por todo el mundo adquiriendo conocimientos impresionante, como por ejemplo de la llama profanada de la capital de Yhorm. Y por otro lado tenemos a Aldia erudito del primer pecado cometido por Gwyn, abuelo de Lothric. Este personaje de la segunda entrega pareciese al principio que no tiene mucho sentido incluirlo en esta historia, pero se conoce la localización cerca de los aposentos del príncipe de un hechizo creado por Aldia, y esto se especifica en la descripción del hechizo. Esta teoría también coge fuerza pues Aldia creía que había que dejar que la llama siguiese el ciclo natural de encendido y apagado, pues esa era la naturaleza del mundo e inevitablemente se daría eternamente el ciclo luz y oscuridad, por no hablar que Lothric es un excelente mago igual que Aldia. 

Y esta han sido de las historias de todos los señores de la ceniza, nobles guerreros quienes se sacrificaron por preservar lo que amaban, excepto Aldrcih quién fue obligado y Lothric quién se negó a hacerlo y por tanto es asesinado por el latente elegido, quién colocará sus cenizas en su trono y marchará al horno de la primera llama para enfrentar al Alma de Cenizas, esencia de todos los señores de la ceniza quién decidirá si el latente elegido es apto para enlazar el fuego si lo derrota. 

El latente tendrá muchas opciones, enlazar el fuego, dejarlo que se apague o usurparlo y convertirse en el señor oscuro, pero sea cual sea su elección el ciclo será infinito y nada podrá cambiarlo.